Fabio Torres Novoa, Vocal del Comité de Desarrollo y Control Social de los Servicios Públicos Domiciliarios en Mitú.
La siguiente es la situación de los servicios públicos domiciliarios en Mitú.
Energía. Por ser zona no interconectada y descuidada, tenemos un racionamiento de energía eléctrica de 20 y más horas diarias. Una pequeña central hidroeléctrica inconclusa, a pesar de los convenios establecidos con el Ministerio de Minas y Energía, Hacienda, Planeación Nacional y el IPSE, que hasta hoy sólo han sido sofismas de distracción.
Los proyectos que son decisivos para el desarrollo sostenible, para el mejoramiento de la calidad de vida, para el sostenimiento de las necesidades económicas de la población, y para la conservación de la paz, no se han podido desarrollar por falta del servicio de energía eléctrica continua.
La falta de sensibilidad social, voluntad política e identidad con nuestro pueblo, por parte de los gobernantes, no ha permitido concluir la construcción de la Pequeña Central Hidroeléctrica –PCH-de Mitú. Con siete años de lo que hoy se gasta para generar 24 horas diarias con grupos electrógenos manejados con ACPM, pagaríamos la PCH que nos suministraría tres veces más energía que la que hoy tenemos. Si esa no es la solución, ¿cuál es?
Agua. De los 25 barrios del Municipio, cinco no tienen acueducto, ni alcantarillado; de los siete mil habitantes, con un promedio de 1300 viviendas, el 21% no tiene acceso al servicio de agua, el 55% recibe agua entre cada tres o cinco días, un 15% entre cada 15 y 20 días y un 8% se abastece de aljibes. Las enfermedades por la falta del suministro y tratamiento del agua son alarmantes. Estamos consumiendo agua no apta para el ser humano.
¡Que ironía! y el río Vaupés atraviesa el centro de la ciudad. Y la administración municipal afirma que la prestación del servicio es deficiente porque se cobra una tarifa irrisoria y por la “cultura del No Pago”.
La pobreza absoluta y la miseria permanente de nuestro pueblo, la falta de una política seria de empleo y la inexistencia de autoridad alguna que ponga mano a los servicios públicos domiciliarios, hace que sólo recibamos aumentos en las tarifas de hasta un 18% mensual, autorizadas además por la Comisión Reguladora de Agua Potable y Saneamiento Básico.
Alcantarillado. La cobertura del alcantarillado alcanza un 30% de la población de Mitú y un 15% emplea el sistema de pozos sépticos. Aquí, como en el servicio de agua, tenemos otro riesgo permanente para nuestra salud, derivado de la ineficiencia técnica en su sistema operativo por las contrapendientes y la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales. Además de los factores permanentes de contaminación del río Vaupés, los humedales y las aguas superficiales. Quienes utilizan el agua en las riveras del Vaupés están contagiándose de enfermedades.
Aseo. La recolección de basuras se hace con equipos inadecuados y por las malas vías de acceso a los barrios no hay cobertura sino en un 50%. El sistema de barrido de calles no se efectúa ni en el centro, por lo que nuestra ciudad presenta un aspecto de abandono permanente. Por la falta de una adecuada infraestructura física y humana, se presta un servicio de manejo de residuos sólidos extremadamente deficiente. Tampoco existe política para el mejoramiento de este servicio. Un botadero de basura a campo abierto, es otro factor de riesgo de contaminación del río Vaupés y de las aguas superficiales y subterráneas, así como del ambiente. Aquí no podemos hablar de medio ambiente, porque tenemos más del medio ambiente puro e intacto, como lo desean en Colombia y el resto del mundo, ya que los indios, nosotros, cuidamos “el ambiente entero”.
Como si la situación descrita anteriormente fuera poca, en un contrato con una cooperativa para el manejo de residuos sólidos, por un monto de casi 500 millones de pesos, se esfumó el anticipo del 50%; a dos años de haber recibido el anticipo, la famosa cooperativa sólo dejó una estructura metálica sin ninguna utilización. De esta situación, con todo respeto, se ha informado a los entes de vigilancia y control, pero pareciera que son complacientes ante esta realidad nefasta con los dineros del Estado.
La misma Superintendencia de Servicios Públicos, es también responsable por haber sido inoperante en el cumplimiento de sus objetivos a favor de los usuarios de los servicios públicos domiciliarios.
El Comité de Desarrollo y Control Social de los Servicios Públicos Domiciliarios de Mitú, no ve que los administradores de los servicios públicos, Gobernación y Alcaldía, estén adelantando gestiones para el mejoramiento en la prestación de los servicios públicos a los usuarios. Por eso, mediante una acción popular ante el Contencioso Administrativo de Villavicencio, hemos solicitado que se declare la emergencia sanitaria en Mitú e, igualmente, hemos rechazado las elevadas alzas en las tarifas, el exagerado aumento del reavalúo catastral y el impuesto predial.
La comunidad unida al Comité de Servicios y su Vocal, con el apoyo de los diferentes sectores del Municipio, exige al gobierno central que nuestras justas peticiones sean escuchadas y solucionadas.
Nuestra población es un 95% indígena, nuestro único medio de transporte y comunicación con el resto del país es aéreo, un pasaje a la ciudad más cercana a Mitú, Villavicencio, tiene un costo de $430.000, un galón de combustible oficial vale $9.600 pesos, una panela de 300 grs vale $1000, una libra de arroz tiene un costo de $1700 pesos, un kilo de carne de res, con hueso incluido, vale $10.000, y así entre otros, la canasta familiar es la más costosa de Latinoamérica.
La indigencia que padece la comunidad, las mentiras, los fraudes, la desidia gubernamental, los desafueros y la ineptitud de nuestros gobernantes, se reflejan en el atraso en la prestación de los servicios públicos en Mitú.
Por nuestra soberanía, por nuestro desarrollo y por la paz con justicia social, hacemos un llamado a la unión de nuestro pueblo. Mitú y el Vaupés también son Colombia.