Comité Ejecutivo Nacional, Bogotá, mayo 21 de 2019
Las últimas encuestas dan cuenta que la aceptación del gobierno de Iván Duque apenas llega al 32% y sin lugar a dudas sus políticas económicas y sociales son una penuria para los trabajadores, las clases medias y los productores nacionales en general. Son como plagas de Egipto la sarta de mediadas que el gobierno descarga sobre los sectores que trabajan y producen: la regresiva reforma tributaria, el plan nacional de subdesarrollo, más libre comercio y en consecuencia aumento de las importaciones en detrimento de la producción nacional, más permisivos con la gran minería transnacional y la gran plantación con fines de exportación con el consiguiente deterioro de páramos y bosques, flexibilización laboral, informalidad y rebusque, privatización de la salud, la educación y los servicios públicos, negación de derechos sociales y comportamientos autoritarios ante el clamor popular por cambios en el modelo económico. Se volvió constante el tratamiento despectivo y de oídos sordos a los reclamaos de sectores sociales y gremios de productores como ocurre con cafeteros, lecheros, paneleros, arroceros, textileros, transportadores, entre otros.
Adicionemos la corrupción galopante: los escándalos de Odebrecht, el Fiscal y el grupo Aval; el negociado de los bonos de agua del ministro Carrasquilla; el tráfico con los dineros públicos de la salud en el caso de Medimás; alcahuetear la irresponsabilidad e incumplimiento con las obras públicas y de infraestructura, entre otros. Y en democracia los motivos de reprobación son peores: Intentar modificar los Acuerdos de Paz que ya son parte del bloque constitucional como ocurre con las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP, las presiones a las altas Cortes hechas por el ejecutivo, el fiscal y por la embajada gringa, el intento de retomar la aspersión aérea con glifosato, la peligrosa política de estímulos y metas en el accionar de la Fuerzas Armadas que en el pasado conllevo a los criminales falsos positivos, la imparable ola de asesinatos de dirigentes sociales y políticos, y el anuncio de componendas para controlar de manera más absoluta el gobierno y el congreso.
El Polo Democrático Alternativo declaró la oposición al gobierno de Iván Duque y no encuentra motivo alguno para cambiar esa postura, por el contrario hacemos un llamado a las organizaciones sociales, a los gremios económicos y a la población en general a mantener la resistencia contra las políticas económicas y sociales de Duque, exigir un cambio sustancial en el modelo de dependencia, endeudamiento, privatizaciones e importaciones que se le ha impuesto al país, reclamar la restitución de los derechos sociales conculcados, pedir cumplimiento a los Acuerdos de Paz e insistir en el diálogo con los demás grupos armados, respetar la independencia de poderes y ampliar la democracia. En las relaciones exteriores se debe rechazar la injerencia de Estados Unidos en nuestros asuntos internos, así como desarrollar una política exterior basada en el respeto por la soberanía de las naciones, la autodeterminación de los pueblos y la preservación de la paz mundial.
El Polo Democrático continuará los esfuerzos por la convergencia de las fuerzas alternativas para alcanzar los mejores resultados en las elecciones del próximo 27 de octubre. Mantenemos nuestra disposición para acompañar las movilizaciones sociales contra el gobierno de Duque y para llevar la vocería de los reclamos y pleitos nacionales.
Comité Ejecutivo Nacional
Álvaro Argote Muñoz Gustavo R Triana Suárez
Presidente Secretario General