Norman Alarcón Rodas, Barranquilla, febrero 5 de 2020
Con bombos y platillos preparan el gobierno colombiano y la Alcaldía distrital de Barranquilla la Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y la Asamblea de la Corporación Interamericana de Inversiones, que se realizará en la capital del Atlántico del 18 al 22 de marzo de 2020. Estarán presentes los gobernadores de estas instituciones, que por lo general son los ministros de Finanzas, presidentes de Bancos Centrales u otras altas autoridades de los países miembros. También asisten representantes de las instituciones multilaterales de desarrollo y de la banca privada, como OCDE, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.
El BID tiene un capital ordinario de US105.000 millones de dólares. En marzo de 2010 inició un proceso encaminado a aumentar el capital del banco para llevarlo de US70.000 millones de dólares a más de US170.000 millones de dólares. El BID tiene una cartera de préstamos de US63.000 millones de dólares a los países miembros. El endeudamiento de Colombia con el BID en el periodo 2019-2022 es de US 2.092,09 millones de dólares para distintos renglones de la economía. En la actualidad, el banco agrupa a 48 países miembros, clasificados en dos tipos: miembros no prestatarios y miembros prestatarios. Los miembros no prestatarios son 22 en total y no reciben financiamiento alguno pero se benefician de las reglas de adquisiciones del BID, pues solo los países miembros pueden suministrar bienes y servicios a los proyectos financiados por el banco. Los no prestatarios son las grandes potencias como Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, República Popular de China y otros países desarrollados.
Los objetivos y consecuencias del crónico endeudamiento de los países en desarrollo han sido puestos en entredicho por muchos analistas a nivel internacional. Es claro que las entidades financieras obtienen grandes réditos por sus préstamos, condicionados al sometimiento del país prestatario al modelo económico prevaleciente de la globalización neoliberal que, como es de conocimiento de los expertos, da como resultado el mantenimiento de la desigualdad más aberrante y la concentración de la riqueza en menos del uno por ciento de la población. No es sino mirar el ejemplo de Barranquilla a la luz de un completo informe de Fundesarrollo (2016), donde una parte sustancial de la inversión publicitada ha sido con alto endeudamiento, contratado con tasas DTF + 1,26% y recientemente a DTF + 2,5%. La Administración ha contratado en diez años créditos por $814.422 millones, por los que ha pagado servicio de deuda por $728.015. Si tenemos en cuenta que el saldo que faltaba por pagar era de $663.188 millones, al final por cada peso prestado se pagaría mínimo $1,70. Para el año 2018 se tenía previsto pedir prestado otros $230.000 millones con onerosos intereses. El actual alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, ha rebelado que va a emitir bonos por 650.000 millones de pesos para “sustituir deudas con los bancos”, es decir endeudarse para pagar deudas, una buena parte de ellas con el BID.
Pues bien, el II Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales del Paro Nacional reunido en Bogotá el pasado 31 de enero en Cafam La Floresta aprobó realizar una movilización y un evento paralelo a la Asamblea de Gobernadores del BID del 18 al 22 de marzo próximo en Barranquilla, para decirle al mundo la realidad económica de Colombia y denunciar los efectos perniciosos de los empréstitos de la banca internacional y de la Inversión Extranjera Directa, que, en lugar de contribuir al verdadero desarrollo, se convierten en un torrente de exportación de capitales a las metrópolis, dejando a Colombia como uno de los países que menos riqueza genera, US6.642 dólares per cápita, fruto del saqueo centenario. El II Encuentro también analizará la preocupante situación del sector eléctrico de la Costa, cuando el gobierno de Duque pretende dividir a Electricaribe, volverla a privatizar y cobrarle la crisis a los diez millones de usuarios de la Costa a través de insoportables tarifazos.