José Arlex Arias, Cartagena, noviembre 12 de 2019

Los indígenas, especialmente los del departamento del Cauca, tuvieron en 2019 el “octubre negro” que corrobora el escalofriante genocidio que se está cometiendo contra esta población, que según el último censo del DANE es de cerca de 1.910.000 personas, equivalentes al 4,4 % de la población de Colombia. Ese exterminio y la violencia ejercida en contra de los pueblos indígenas va dándole continuidad a un etnocidio con el cual se destruye la cultura de estos pueblos, ya que según la Corte Constitucional, 39 de ellos se encuentran en riesgo de extinción. El consejero de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, Luis Fernando Arias, dijo: “Lo que está pasando en el Cauca con los Nasa es lo mismo que está pasando con los Awá, Emberá y los Dóbida en Chocó, Antioquia, Nariño y Quindío. Desde agosto de 2018 hasta octubre de este año hemos contabilizado 23.388 hechos violentos, que también se extienden a La Guajira, donde mataron a Oneida Epiayú, el pasado 17 de octubre. 67 de los 102 pueblos indígenas se encuentran en riesgo por violencia física o cultural. En los últimos 9 años se han registrado 354 asesinatos de indígenas, 126 de ellos en los últimos 14 meses, o sea en este gobierno; en su inmensa mayoría eran dirigentes. No dudamos en que se está cometiendo un genocidio”, explicó.

 

El pasado martes 29 de octubre se produjo una masacre cuando cinco indígenas fueron asesinados en el corregimiento de Tacueyó, municipio de Toribío y una segunda masacre sucedió horas más tarde, en la que cuatro hombres fueron asesinados y arrojados a la vía que comunica al casco urbano de Corinto con el sector de Santa Elena, y un quinto cadáver fue encontrado en la vereda de Huasano. El derrame de sangre indígena continuó: el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) reportó que el sábado 02 de noviembre fue asesinado Alex Vitonás Casamachin, líder indígena de apenas 18 años de edad que cursaba octavo grado y al domingo siguiente fue acribillado en Toribío, Jesús Eduardo Mestizo, fundador de la Asociación Indígena Avelino Ul. La CRIC reveló que en una sola semana fueron 17 los homicidios que se registraron solo en el norte del Cauca. Esto sin contar un atentado en contra de Arbey Noscué, coordinador de la Guardia Indígena de Tacueyó, y otro en las instalaciones del Cabildo de Corinto, resultando heridos los guardias indígenas Oveimar Silva y Luis Ángel. Por su parte, Noticias Uno del domingo 03 de noviembre reveló que “durante el presente año han sucedido en Colombia al menos ocho supuestas muertes en combate que tienen el perfil de los que antes se llamaron “falsos positivos”, de dirigentes indígenas”, esto es, indígenas asesinados por agentes del Estado.

 

El gobierno nacional de “UriDuque” se ha quedado con la excusa de que son el narcotráfico, las guerrillas y bandas criminales los causantes de este genocidio, pero ha sido indolente ante el clamor del pueblo para que detenga el baño de sangre, y sus “investigaciones exhaustivas” han sido incapaces de arrojar resultados que permitan aprehender a los responsables intelectuales y materiales, que buscan desalojar a las comunidades indígenas para quedarse con la explotación de los territorios, entre las cuales hay acusaciones a “personalidades” nacionales e incluso a las multinacionales que los necesitan para las explotaciones mineras y agroindustriales. ¡Los colombianos estamos en mora de solidarizarnos con nuestros indígenas!

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