Regionales de Antioquia y el Magdalena Medio, agosto 16 de 2019

Para la militancia de Polo Democrático Alternativo y de la Tendencia MOIR, las gentes luchadoras y demócratas del Magdalena Medio y para todos los que lo conocimos a Luís Fernando, la noticia de su fallecimiento nos produce gran dolor, a la vez que nos trae gratos recuerdos de sus pasos por éstas feraces tierras, en su práctica social y revolucionaria. Luis Fernando Valencia fue obrero textil en Tejicondor de donde se retiró para hacer parte de los primeros cuadros descalzos, de esa estirpe de fogoneros que atendió el llamado de Francisco Mosquera de ir a las regiones a organizar y extender el partido de los trabajadores.

Hizo su primer ‘aterrizaje’ en Puerto Boyacá, en plena campaña electoral de 1976, “Contra el Mandato de Hambre, Demagogia y Represión” del gobierno de Alfonso López Michelsen. Su llegada se convirtió en gran refuerzo para el trabajo y sus aportes fueron vitales para sacar adelante esa tarea. En la época afrontábamos la pelea contra el gobierno de López e iniciábamos la discusión sobre el carácter imperialista de la Unión Soviética y sus incidencias en Colombia y America Latina. Los partidos y movimientos que apoyaban a la URSS eran muy fuertes en esa región. Los dirigentes requerían de disciplina, conocimiento político y mucha argumentación para poder echar raíces en la población y sus organizaciones.

Pasado el evento electoral se le encomendó la misión de desarrollar el trabajo en el municipio de Honda y desde allí atender otros municipios del Norte del Tolima, logró cumplir una ejemplar labor de vinculación con los trabajadores de las empresas que existían en la zona como la cervecería Bavaria, concentrados Solla, las trilladoras de arroz, sorgo y otros, lo mismo que con el sector Bancario y los empleados del Estado. Posteriormente y gracias a su ímpetu de militante descalzo y siempre con la fijación de crecer entre los trabajadores y contribuir a la creación de sindicatos se desplazó a los Municipio de San Rafael y San Carlos en el Oriente de Antioquia. Allí era un hervidero de obreros de todas las especialidades que estaban vinculados a la construcción de hidroeléctricas de gran tamaño, eran los comienzos de la década de los años 80, con otros cuadros que lograron igual vinculación se dieron a la tarea de organizar a los trabajadores, movilizarlos por sus reivindicaciones y hacer varios paros para conquistar convenciones colectivas. El mejor aliento para la presente y futura militancia moirista son las huellas que dejó Luis Fernando y muchos otros, que como pies descalzos fueron desbrozadores de la expansión de nuestras ideas y contribuyeron a la lucha por la conformación de un gran frente que nos permita alcanzar la Segunda Independencia. Tarea sin la cual no será posible iniciar las transformaciones económicas y sociales que lleven al país por la senda del desarrollo económico y el bienestar de su población.

Luis Fernando Valencia tenía 71 años, en la última etapa de su vida estaba dedicado a conducir taxi en la ciudad de Medellín para ayudar a sostener a su familia. Nunca abandonó sus posiciones políticas y permaneció leal y comprometido con el ideario revolucionario, acompañó las tareas de construcción, las listas y candidaturas del Polo Democrático Alternativo y en la medida que sus compromisos laborales y su estado de salud se lo permitían, le siguió aportando con entusiasmo a la lucha del pueblo.

Su ejemplo debe guiar a las nuevas generaciones polistas, se requiere del desprendimiento material y de la vocación transformadora de los cuadros descalzos, como fue Luís Fernando, para alcanzar nuestra anhelada emancipación.

Hacemos llegar a su compañera, sus hijas y nietas nuestras más sentidas condolencias.

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