Una grave situación atraviesa el campo cafetero colombiano. Después de los ingresos alcanzados durante 2013 y 2014, en parte por la movilización adelantada por los caficultores, los precios internos se elevaron -un poco- por la profunda devaluación del peso. La caída de los precios internacionales no hizo más daño por la misma razón. Si se revisa la tabla de precios del año 2015 y lo corrido de 2016, encontramos precios mensuales promedio superiores a los del 2013* y 2014. Eso es bueno para los productores. Pero, otros hechos afectan los cafetales y a los cafeteros. De esos queremos hablar en este artículo.
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